Puede que resulte difícil darse cuenta de que sus padres, las personas que lo cuidaron, necesitan ayuda para cuidarse. También puede ser difícil hablar con ellos sobre esta necesidad. Iniciar esta conversación de forma temprana, mientras sus padres están en buen estado de salud y pueden tomar decisiones, le permite a usted hacer planes y tomar medidas para asegurarse de que sus padres reciban atención de excelencia y sigan siendo lo más saludables posible, durante el mayor tiempo posible.
Mientras ayuda a sus padres a envejecer, manténgase atento a los cambios en su salud física y emocional, y su capacidad para hacerse cargo de sus propias necesidades. Hágase estas preguntas sobre cada padre:
Si respondió “sí” a alguna de estas preguntas, es una buena idea pedirle al médico de su padre que evalúe su salud y sus necesidades. Además, debe continuar atento a si presentan grandes cambios y tratarlos juntos. Tarde o temprano, muchos padres mayores tienen problemas físicos o emocionales. Si cuenta con un plan para ocuparse de estos cambios, estará mejor preparado para ayudarlos a recibir la atención médica necesaria y los servicios de atención a domicilio más efectivos.